Cáscaras de ajo: el tesoro oculto que no deberías tirar
Cuando pensamos en los beneficios del ajo, solemos centrarnos en el bulbo, ignorando por completo las cáscaras que lo envuelven. Sin embargo, las cáscaras de ajo contienen compuestos antioxidantes, azufrados y fenólicos que también aportan grandes beneficios a la salud. Lejos de ser un simple desecho, estas finas pieles pueden ser aprovechadas en la cocina y en remedios caseros.
Uno de los compuestos más poderosos presentes en las cáscaras de ajo es la quercetina, un antioxidante natural con propiedades antiinflamatorias, que ayuda a combatir el estrés oxidativo y a fortalecer el sistema inmunológico. También contienen trazas de alicina, el mismo compuesto responsable de los efectos antibacterianos y antifúngicos del ajo.
¿Cómo aprovechar las cáscaras de ajo?
1. Infusión de cáscaras de ajo
Una de las formas más sencillas de usar las cáscaras de ajo es en infusión.
Ingredientes:
Cáscaras de 3 a 5 dientes de ajo
2 tazas de agua
Miel o limón (opcional)
Preparación:
Hierve las cáscaras en agua durante 10 minutos. Cuela y bebe caliente, especialmente en épocas de resfriado o gripe. Esta bebida ayuda a limpiar las vías respiratorias y fortalecer el sistema inmune.
2. Caldo nutritivo con cáscaras de ajo
Ingredientes:
Cáscaras de ajo (de unos 5 a 10 dientes)
Verduras al gusto (zanahoria, apio, cebolla)
Agua y sal al gusto
Preparación:
Hierve todo junto durante 30-40 minutos. Cuela y usa este caldo como base para sopas o arroz. Aporta sabor, nutrientes y mejora la digestión.
3. Polvo de cáscara de ajo seca
Puedes secar las cáscaras de ajo al sol o en horno bajo, y luego triturarlas hasta obtener un polvo fino. Este polvo se puede espolvorear sobre sopas, guisos o ensaladas para un extra de sabor y salud.
Indicaciones de uso
Asegúrate de usar cáscaras de ajo limpias, libres de moho o humedad. Si puedes, elige ajos orgánicos para evitar residuos de pesticidas. No consumas en exceso; con pequeñas cantidades es suficiente para obtener sus beneficios.
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